lunes, 18 de marzo de 2019

“Estrategias y mecanismos para incrementar la participación de mujeres en carreras técnicas e industriales”




Introducción
S

in duda uno de los grandes desafíos de la Formación Técnica es su capacidad de inclusión de la población femenina, de hecho, desde la misma propuesta de sus carreras éstas están orientadas hacia la población masculina.
Pero ésta es solo una de las razones, en la práctica no hay ningún óbice a la matriculación femenina, es más, tanto alumnos como docentes dan un trato igualitario a varones y mujeres cuando éstas acceden a alguna de las carreras, de esto se concluye que no es el factor de apertura del centro técnico a matricular mujeres, va en el otro sentido, es decir, es un tema de opciones de formación técnica que no siempre están dentro de las expectativas de las mujeres.
Y no es suficiente ésta apertura de los centros a matricular mujeres, el tema es más complejo pues involucra a todas las acciones del centro, desde la infraestructura hasta temas de enseñanza aprendizaje, pasando por ámbitos de representación y expresión de derechos de esta población.
Antecedentes
E

stadísticas del Censo 2012 aportadas por el INE reportan que, el 37.30 % de los varones accede a la formación secundaria, mientras que solo el 28.50 % lo hacen las mujeres.
De un total de 1.103.216 solo el 26,94 % (297.207 mujeres) ha terminado la primaria y el 40,64% ha concluido la secundaria, así cuando exploramos la proporción de mujeres que tiene estudios a nivel técnico universitario encontramos que un 5,14 % ha alcanzado este nivel y el 3,14 % se ha formado a nivel de técnico superior.
El análisis de las mujeres que sólo han alcanzado la primaria (según datos del INE del censo 2012) nos plantea la pregunta sobre cuál es la razón o las características de la vida de estas personas para que no continúen estudios superiores. Muy probablemente han sido absorbidas por el comercio informal o por el rol de amas de casa al cuidado, además, de los hijos pequeños.
Como sea, los datos estadísticos presentan una situación que no cambia y es la inferioridad de condiciones de formación y acceso a oportunidades educativas que tienen frente a ellas las mujeres. No es nada novedoso la menor continuidad de estudio de las mujeres, y sí una realidad, que cada día es más impactante en nuestro medio, quizás no porque tengamos unas cifras estadísticas actualizadas, pero sí lo que observamos son las diversas situaciones en las que se encuentra la población femenina, especialmente en cuanto a inserción laboral se refiere, de ahí que, un gran porcentaje se mantiene en la informalidad en la categoría de subempleo urbano, como lo son las vendedoras ambulantes, en la eventualidad de las ferias de los miércoles y sábados.
Por otro lado, un reciente informe sobre el "Estado de la población mundial", del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA, por sus siglas en inglés), señala que la tasa de maternidad en mujeres, entre 15 y 19 años, en Bolivia es de 116 por cada 1.000. ¿Cuál la vida posterior de este grupo de mujeres? Un gran porcentaje no retoma sus estudios y deja la formación regular, cambiándola por el trabajo en el hogar y el cuidado de los hijos pequeños, tornándola dependiente del varón o asumiendo ella sola la responsabilidad del hogar, adquiriendo una calidad de vida aparejada con el nivel de sobrevivencia, accediendo al subempleo en desmedro del cuidado de sus hijos e incrementando su vulnerabilidad.

Alternativas de formación
¿

Cuáles son las oportunidades o alternativas de formación para las mujeres? Normalmente acceden a los Centro de Educación Alternativa porque su oferta formativa responde a carreras o especialidades más femeninas y sus requisitos no involucran un bachillerato previo. En cambio, en los centros de Formación Superior es al contrario, además de ser requisito el haber culminado el bachillerato, la mayor parte de las carreras de orientación industrial responden a demandas más masculinas y, en el caso de Cochabamba, un solo tecnológico, de los dos que son parte de Fe y Alegría, oferta la Carrera de Administración.
En el Tecnológico Padre Antonio Berta las carreras ofertadas son: Mecánica Automotriz, Mecánica Industrial, Electricidad Industrial y Electrónica Industrial, en cambio, en el Tecnológico Nuestra Señora del Pilar tenemos como oferta de formación a las carreras de Mecánica Industrial, Electricidad Industrial y Administración y, en el tema que nos ocupa, el cuadro de distribución por sexo es el siguiente:

TECNOLÓGICO
CARRERA
VARONES
MUJERES
% MUJERES
Padre Berta
Automotriz
         63   
           0
         0
Electrónica
         74
           2
         3
Electricidad
       113
           6
         5
Industrial
         40
           1
         2
ITP
Administración
         23
         53
       70
Electricidad
         51
           3
         6
Industrial
         47
           0
         0
TOTALES
       411
         65
       14

Los resultados que muestra el cuadro son bastante descriptivos de la realidad sobre la preferencia de las mujeres en carreras o especialidades ofertadas por ambos Tecnológicos y, sin tomar en cuenta la carrera de Administración, hay un promedio de dos mujeres por carrera frente a una predominancia evidente de la población masculina.
Sin duda, el mayor número de mujeres que se aglutina en la carrera de Administración, responde a un perfil profesional relacionado más con un manejo de escritorio u oficina, un rol más pasivo y mayormente involucra un trabajo intelectual y ausencia, casi total, de habilidades manuales o motoras, así como de un esfuerzo físico no significativo.
En los otros datos del cuadro, la tendencia es más o menos similar, ¿cómo interpretar esto?, primero, que la tendencia, en la mayoría de las carreras es, obviamente, de superioridad de los varones, es decir, son especialidades, “tradicionalmente” de preferencia de los varones, por tanto, la presencia de mujeres, en muy poca y su preferencia por éstas especialidades industriales viene de varias vertientes, como el hecho de ser solteras, que tomaron la opción porque es parte de la especialización de la familia, porque tienen un emprendimiento ya iniciado y precisan de mayor formación, porque les “gusta” la profesión, porque son estudios complementarios a su formación en la universidad, dado que en el Tecnológico se hace más práctica que teoría, al contrario de la universidad, o estudian primero el Técnico Superior para luego insertarse en una formación universitaria, entre muchas otras razones de su elección.
Como se puede observar no aparecen criterios ni valoraciones sexistas o de género, son simplemente oportunidades en función de expectativas diversas para materializar o alcanzar sus metas y, las mujeres las toman sin prejuicios.
Por otro lado, los compañeros varones son bastante receptivos y no se genera ninguna tensión ni tampoco actitudes o comportamientos discriminatorios hacia ellas, todo lo contrario, es común observar un ambiente más cálido y receptivo en las aulas y en los talleres y, de parte de los docentes, exigencias de desempeño similares a varones y mujeres y, más bien, muestran hasta cierto orgullo el tener a una dama en el aula y en el taller y, de hecho, prestan mucha atención al desempeño de ellas.
Por tanto, hay un segmento de la población femenina que no está siendo atendida y que quizás no ve las condiciones dadas como para acceder a una formación técnica superior.

¿Cuáles son esas condiciones?
N

ecesariamente debemos tener presente que el abordaje de una estrategia es integral, desde ahí podemos proponer las siguientes estrategias:

Estrategias para incrementar la participación de mujeres
E

s importante aclarar que mejorar la participación de las mujeres en la formación técnica de nuestros Tecnológicos no significa actuar solo en la actitud de “mente abierta” a tal propósito, ni tampoco “matricularlas” para pensar que se ha logrado una “apertura” cabal y justa, la estrategia en cuestión supone la articulación de diferentes estrategias en diferentes ámbitos, con la finalidad de tener algo consistente y que pueda dar respuesta a las expectativas de las mujeres que opten por una formación a nivel de Técnico Superior.
Así, desde nuestra percepción podemos proponer las siguientes estrategias en diversos ámbitos:

En el centro

Asumir, la política de inclusión que institucionalmente se tiene, y que pueda visibilizarse en todos los perfiles de las carreras ofertadas, en todas sus actividades y eventos organizados y, principalmente, en el trato interpersonal al interior del centro.
En el ámbito de la Intermediación Laboral diseñar acciones, dentro del relacionamiento con empresas e instituciones, que involucren espacios de sensibilización, tanto de los cargos ejecutivos, como de los operativos, en el tema de equidad de género, posibilitando así una apertura adecuada a la inclusión de mujeres con capacidades técnicas en los espacios laborales, en las diferentes especialidades industriales, fortaleciendo estas acciones, con la realización de convenios o alianzas como una forma de prever espacios a futuro.
Promover, como política del centro, dentro de la conformación de organizaciones estudiantiles, la presencia de mujeres en cargos o carteras decisorias.


Propaganda y difusión
D


iseñar una estrategia de difusión y propaganda enfocada exclusivamente en la población femenina, esto es, presentar perfiles de las carreras adaptadas a las mujeres, que puedan visibilizar sus potencialidades como dedicación, empeño, vocación, perseverancia, desempeño eficiente y eficaz, capacidad laboral altamente comprometida y en igualdad de condiciones competitivas con varones.
En otro sentido, visibilizar también el compromiso institucional, en cuanto a práctica e inserción laboral de las técnicas egresadas, con el objetivo de favorecer su desarrollo laboral y la mejora de sus condiciones de vida.

Con los docentes
R


equiere de procesos sistemáticos de sensibilización, especialmente enfocada en temas de equidad de género y sus implicaciones en la formación técnica. Con ello se trataría de crear conciencia para el cambio de actitudes machistas, que afectan a la otra persona, a otras actitudes más equitativas e igualitarias, que permitan la convivencia armónica entre ambos géneros, traducidas en la organización del curso, en las actividades que realizan y en el tipo de roles asumidos.       


Creación de un espacio recreativo para hijos/hijas pequeños
É

ste es un espacio vital para el conjunto de estrategias, pues supone uno de los apoyos más importantes en la posibilidad de proporcionar, a madres y padres de familia, un espacio de cuidado para sus niños y, de esta manera mejorar la presencia de ambos padres en el aula, pues tendrían al alcance inmediato a sus niños.
Espacio pensado para la atención de niños desde 0 hasta alrededor de los 7 u 8 años. El efecto de esta propuesta es que padres y madres puedan contar con un apoyo en el cuidado de sus pequeños y así tener la libertad de poder desarrollar sus actividades académicas en el aula o en el taller, además de poder contactarse con sus hijos en los espacios de descanso.


Con estudiantes
A

l igual que los docentes es importante sensibilizar a los estudiantes para un cambio de actitudes, más aun considerando que serán “compañeros” compartiendo durante tres años.
Por otro lado, sensibilizar significaría tomar conciencia sobre la representatividad y participación en las organizaciones estudiantiles, que es donde se tienen que traducir actitudes favorables a la equidad de género.


En la formación
T

omando como base las competencias laborales, y desde las mismas, impulsar el empoderamiento de las mujeres que asuman el rol que quieren asumir, tomar decisiones adecuadas y por convicción, participar libremente, velar por su independencia, que puedan demostrar libremente que ellas puede estar al mismo nivel que los varones, con las mismas exigencias y, sobre todo, con los mismos derechos, que puedan expresar, sin presiones ni prejuicios, aquello que piensan y sienten.
En otro sentido, formarlas en emprendimientos con la finalidad de favorecer la promoción del autoempleo como una alternativa de inserción laboral. Esto también supone implementar o, en su caso, mejorar las posibilidades de acceso a créditos como base para iniciar una microempresa o negocio personal, en la perspectiva de generar la suficiente solvencia que les permita no solo mejorar sus ingresos, sino que éstos sean sostenibles en el tiempo y así mejorar sus condiciones económicas elevando su calidad de vida, tanto de ellas como de sus familias.
La formación en empleabilidad supone contenidos adecuados a su empoderamiento, mejorando su perfil y habilidades laborales que les ayude a desarrollar niveles de competencia profesional óptimos.

  
Emilio Arze Mattas
Fe y Alegría Cochabamba


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