S
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in duda uno de los
grandes desafíos de la Formación Técnica es su capacidad de inclusión de la
población femenina, de hecho, desde la misma propuesta de sus carreras éstas
están orientadas hacia la población masculina.
Pero
ésta es solo una de las razones, en la práctica no hay ningún óbice a la
matriculación femenina, es más, tanto alumnos como docentes dan un trato
igualitario a varones y mujeres cuando éstas acceden a alguna de las carreras,
de esto se concluye que no es el factor de apertura del centro técnico a
matricular mujeres, va en el otro sentido, es decir, es un tema de opciones de
formación técnica que no siempre están dentro de las expectativas de las
mujeres.
Y
no es suficiente ésta apertura de los centros a matricular mujeres, el tema es
más complejo pues involucra a todas las acciones del centro, desde la
infraestructura hasta temas de enseñanza aprendizaje, pasando por ámbitos de
representación y expresión de derechos de esta población.
Antecedentes
E
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stadísticas del
Censo 2012 aportadas por el INE reportan que, el 37.30 % de los varones accede
a la formación secundaria, mientras que solo el 28.50 % lo hacen las mujeres.
De un total de
1.103.216 solo el 26,94 % (297.207 mujeres) ha terminado la primaria y el
40,64% ha concluido la secundaria, así cuando exploramos la proporción de
mujeres que tiene estudios a nivel técnico universitario encontramos que un
5,14 % ha alcanzado este nivel y el 3,14 % se ha formado a nivel de técnico superior.
El
análisis de las mujeres que sólo han alcanzado la primaria (según datos del INE
del censo 2012) nos plantea la pregunta sobre cuál es la razón o las
características de la vida de estas personas para que no continúen estudios
superiores. Muy probablemente han sido absorbidas por el comercio informal o
por el rol de amas de casa al cuidado, además, de los hijos pequeños.
Como
sea, los datos estadísticos presentan una situación que no cambia y es la inferioridad de condiciones de formación y
acceso a oportunidades educativas que tienen frente a ellas las mujeres. No es
nada novedoso la menor continuidad de estudio de las mujeres, y sí una realidad,
que cada día es más impactante en nuestro medio, quizás no porque tengamos unas
cifras estadísticas actualizadas, pero sí lo que observamos son las diversas
situaciones en las que se encuentra la población femenina, especialmente en
cuanto a inserción laboral se refiere, de ahí que, un gran porcentaje se
mantiene en la informalidad en la categoría de subempleo urbano, como lo son
las vendedoras ambulantes, en la eventualidad de
las ferias de los miércoles y sábados.
Por
otro lado, un reciente informe sobre el
"Estado de la población mundial", del Fondo de las Naciones Unidas
para la Población (UNFPA, por sus siglas en inglés), señala que la tasa de maternidad
en mujeres, entre 15 y 19 años, en Bolivia es de 116 por cada 1.000. ¿Cuál la vida posterior de
este grupo de mujeres? Un gran porcentaje no
retoma sus estudios y deja la formación regular, cambiándola por el trabajo en
el hogar y el cuidado de los hijos pequeños, tornándola dependiente del varón o
asumiendo ella sola la responsabilidad del hogar, adquiriendo una calidad de
vida aparejada con el nivel de sobrevivencia, accediendo al subempleo en
desmedro del cuidado de sus hijos e incrementando su vulnerabilidad.
Alternativas
de formación
¿
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Cuáles son las
oportunidades o alternativas de formación para las mujeres? Normalmente acceden
a los Centro de Educación Alternativa porque su oferta formativa responde a
carreras o especialidades más femeninas y sus requisitos no involucran un
bachillerato previo. En cambio, en los centros de Formación Superior es al
contrario, además de ser requisito el haber culminado el bachillerato, la mayor
parte de las carreras de orientación industrial responden a demandas más
masculinas y, en el caso de Cochabamba, un solo tecnológico, de los dos que son
parte de Fe y Alegría, oferta la Carrera de Administración.
En el Tecnológico Padre Antonio Berta las carreras ofertadas son:
Mecánica Automotriz, Mecánica Industrial, Electricidad Industrial y Electrónica
Industrial, en cambio, en el Tecnológico Nuestra Señora del Pilar tenemos como
oferta de formación a las carreras de Mecánica Industrial, Electricidad
Industrial y Administración y, en el tema que nos ocupa, el cuadro de
distribución por sexo es el siguiente:
TECNOLÓGICO
|
CARRERA
|
VARONES
|
MUJERES
|
%
MUJERES
|
Padre Berta
|
Automotriz
|
63
|
0
|
0
|
Electrónica
|
74
|
2
|
3
|
|
Electricidad
|
113
|
6
|
5
|
|
Industrial
|
40
|
1
|
2
|
|
ITP
|
Administración
|
23
|
53
|
70
|
Electricidad
|
51
|
3
|
6
|
|
Industrial
|
47
|
0
|
0
|
|
TOTALES
|
411
|
65
|
14
|
Los resultados que muestra el cuadro son bastante descriptivos de la
realidad sobre la preferencia de las mujeres en carreras o especialidades
ofertadas por ambos Tecnológicos y, sin tomar en cuenta la carrera de
Administración, hay un promedio de dos mujeres por carrera frente a una
predominancia evidente de la población masculina.
Sin duda, el mayor número de mujeres que se aglutina en la carrera de
Administración, responde a un perfil profesional relacionado más con un manejo de
escritorio u oficina, un rol más pasivo y mayormente involucra un trabajo
intelectual y ausencia, casi total, de habilidades manuales o motoras, así como
de un esfuerzo físico no significativo.
En los otros datos del cuadro, la tendencia es más o menos similar,
¿cómo interpretar esto?, primero, que la tendencia, en la mayoría de las
carreras es, obviamente, de superioridad de los varones, es decir, son
especialidades, “tradicionalmente” de preferencia de los varones, por tanto, la
presencia de mujeres, en muy poca y su preferencia por éstas especialidades industriales
viene de varias vertientes, como el hecho de ser solteras, que tomaron la
opción porque es parte de la especialización de la familia, porque tienen un
emprendimiento ya iniciado y precisan de mayor formación, porque les “gusta” la
profesión, porque son estudios complementarios a su formación en la universidad,
dado que en el Tecnológico se hace más práctica que teoría, al contrario de la
universidad, o estudian primero el Técnico Superior para luego insertarse en
una formación universitaria, entre muchas otras razones de su elección.
Como se puede observar no aparecen criterios ni valoraciones sexistas o
de género, son simplemente oportunidades en función de expectativas diversas
para materializar o alcanzar sus metas y, las mujeres las toman sin prejuicios.
Por otro lado, los compañeros varones son bastante receptivos y no se
genera ninguna tensión ni tampoco actitudes o comportamientos discriminatorios
hacia ellas, todo lo contrario, es común observar un ambiente más cálido y
receptivo en las aulas y en los talleres y, de parte de los docentes,
exigencias de desempeño similares a varones y mujeres y, más bien, muestran
hasta cierto orgullo el tener a una dama en el aula y en el taller y, de hecho,
prestan mucha atención al desempeño de ellas.
Por tanto, hay un segmento de la población femenina que no está siendo
atendida y que quizás no ve las condiciones dadas como para acceder a una
formación técnica superior.
¿Cuáles son esas condiciones?
N
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ecesariamente debemos tener presente que el
abordaje de una estrategia es integral, desde ahí podemos proponer las siguientes estrategias:
Estrategias para incrementar la participación de mujeres
E
|
s importante aclarar
que mejorar la participación de las mujeres en la formación técnica de nuestros
Tecnológicos no significa actuar solo en la actitud de “mente abierta” a tal
propósito, ni tampoco “matricularlas” para pensar que se ha logrado una
“apertura” cabal y justa, la estrategia en cuestión supone la articulación de diferentes
estrategias en diferentes ámbitos, con la finalidad de tener algo consistente y
que pueda dar respuesta a las expectativas de las mujeres que opten por una
formación a nivel de Técnico Superior.
Así, desde nuestra percepción podemos proponer las siguientes estrategias
en diversos ámbitos:
En el centro
Asumir, la política
de inclusión que institucionalmente se tiene, y que pueda visibilizarse en todos
los perfiles de las carreras ofertadas, en todas sus actividades y eventos
organizados y, principalmente, en el trato interpersonal al interior del
centro.
En el ámbito de la Intermediación Laboral diseñar acciones, dentro del
relacionamiento con empresas e instituciones, que involucren espacios de
sensibilización, tanto de los cargos ejecutivos, como de los operativos, en el
tema de equidad de género, posibilitando así una apertura adecuada a la
inclusión de mujeres con capacidades técnicas en los espacios laborales, en las
diferentes especialidades industriales, fortaleciendo estas acciones, con la
realización de convenios o alianzas como una forma de prever espacios a futuro.
Promover, como política del centro, dentro de la conformación de
organizaciones estudiantiles, la presencia de mujeres en cargos o carteras
decisorias.
Propaganda y difusión
D
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iseñar una estrategia
de difusión y propaganda enfocada exclusivamente en la población femenina, esto
es, presentar perfiles de las carreras adaptadas a las mujeres, que puedan
visibilizar sus potencialidades como dedicación, empeño, vocación,
perseverancia, desempeño eficiente y eficaz, capacidad laboral altamente
comprometida y en igualdad de condiciones competitivas con varones.
En otro sentido, visibilizar también el compromiso institucional, en cuanto
a práctica e inserción laboral de las técnicas egresadas, con el objetivo de favorecer su desarrollo laboral y la mejora de
sus condiciones de vida.
Con los docentes
R
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equiere de procesos
sistemáticos de sensibilización, especialmente enfocada en temas de equidad de
género y sus implicaciones en la formación técnica. Con ello se trataría de
crear conciencia para el cambio de actitudes machistas, que afectan a la otra
persona, a otras actitudes más equitativas e igualitarias, que permitan la
convivencia armónica entre ambos géneros, traducidas en la organización del
curso, en las actividades que realizan y en el tipo de roles asumidos.
Creación de un espacio recreativo para hijos/hijas pequeños
É
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ste es un espacio
vital para el conjunto de estrategias, pues supone uno de los apoyos más
importantes en la posibilidad de proporcionar, a madres y padres de familia, un
espacio de cuidado para sus niños y, de esta manera mejorar la presencia de
ambos padres en el aula, pues tendrían al alcance inmediato a sus niños.
Espacio pensado para la atención de niños desde 0 hasta alrededor de los
7 u 8 años. El efecto de esta propuesta es que padres y madres puedan contar
con un apoyo en el cuidado de sus pequeños y así tener la libertad de poder
desarrollar sus actividades académicas en el aula o en el taller, además de
poder contactarse con sus hijos en los espacios de descanso.
Con estudiantes
A
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l igual que los
docentes es importante sensibilizar a los estudiantes para un cambio de
actitudes, más aun considerando que serán “compañeros” compartiendo durante
tres años.
Por otro lado, sensibilizar significaría tomar conciencia sobre la
representatividad y participación en las organizaciones estudiantiles, que es
donde se tienen que traducir actitudes favorables a la equidad de género.
En la formación
T
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omando como base las
competencias laborales, y desde las mismas, impulsar el empoderamiento de las mujeres
que asuman el rol que quieren asumir, tomar decisiones adecuadas y por
convicción, participar libremente, velar por su independencia, que puedan
demostrar libremente que ellas puede estar al mismo nivel que los varones, con
las mismas exigencias y, sobre todo, con los mismos derechos, que puedan
expresar, sin presiones ni prejuicios, aquello que piensan y sienten.
En otro
sentido, formarlas en emprendimientos con la finalidad de favorecer la
promoción del autoempleo como una alternativa de inserción laboral. Esto
también supone implementar o, en su caso, mejorar las posibilidades de acceso a
créditos como base para iniciar una microempresa o negocio personal, en la
perspectiva de generar la suficiente solvencia que les permita no solo mejorar
sus ingresos, sino que éstos sean sostenibles en el tiempo y así mejorar sus
condiciones económicas elevando su calidad de vida, tanto de ellas como de sus
familias.
La
formación en empleabilidad supone contenidos adecuados a su empoderamiento,
mejorando su perfil y habilidades laborales que les ayude a desarrollar niveles
de competencia profesional óptimos.
Emilio Arze Mattas
Fe y Alegría Cochabamba
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